DIRECCION GENERAL - LIDERAZGO Y PODER


1. Definición
El liderazgo es un concepto difícil de definir ya que su concepción se puede adaptar a cada persona y su forma particular de pensar o entender un concepto, pero a grandes rasgos podemos definir al liderazgo como la relación en la cual una persona (líder) influye en otras para trabajar voluntariamente en tareas relacionadas para alcanzar los objetivos deseados por el líder y/o el grupo.

Es el factor humano que ayuda a un grupo a identificar hacia donde se dirige y luego lo motiva a alcanzar sus metas. Sin el liderazgo, una organización sería solamente una confusión de personas y máquinas, es por ello que toda organización requiere liderazgo para desarrollar al máximo sus valiosos recursos.

2. Funciones
Las funciones del liderazgo dependen a que esté orientado, tenemos por ejemplo:
El liderazgo concentrado en las personas tiende a aumentar la satisfacción de ellas y la cohesión del grupo.

El liderazgo orientado a las tareas. Tiende a estructurar la tarea de los subordinados en el sentido de hacerles saber lo que se espera de ellos.

La función de liderazgo es inducir o persuadir a todos los subalternos o seguidores a conseguir las metas de la organización de acuerdo con su capacidad máxima.

3. Naturaleza
El liderazgo es una parte importante de la administración, pero no lo es todo. Los gerentes deben planear y organizar, pero el papel primario de un líder es influir en los demás para que traten de alcanzar con entusiasmo los objetivos establecidos. Esto significa que los líderes fuertes pueden ser malos gerentes si sus errores en planeación hacen que un grupo avance en direcciones equivocadas. Aunque pueden hacer que su grupo se mueva, simplemente no logran movilizarlo en direcciones que cumplan adecuadamente con los objetivos organizacionales.

Es posible que se presenten también otras combinaciones. Una persona puede ser un líder débil y de todas maneras ser un gerente relativamente eficaz, particularmente si se administra a personas que entienden claramente sus empleos y tienen un fuerte impulso para trabajar. Este conjunto de circunstancias es menos probable y, por lo tanto, se puede esperar que los buenos gerentes tengan una habilidad de liderazgo razonablemente elevada. Afortunadamente, esta habilidad puede adquirirse mediante capacitación gerencial y experiencia laboral.

Se fundamenta en cinco bases del poder que debe tener un líder:

Poder para recompensar.
Poder coercitivo.
Poder legitimo.
Poder de referencia.
Poder del experimento.

Cuanto mayor sea el número de estas fuentes de poder disponibles para el líder más grandes serán sus posibilidades de lograr un buen liderazgo.

En la eficacia del líder se basa en tres enfoques fundamentales para su estudio, en el primero, el liderazgo se considera procedente de una combinación de rasgos, el segundo trata de identificar los comportamientos personales relacionados con buen liderazgo estos dos enfoques tienen en común la suposición de que los que poseen los rasgos apropiados o muestran las conductas adecuadas.

4. Ambiente y liderazgo
La persona básica que subyace en la fijación de metas es que el comportamiento humano está dirigido a ellas; los que pueda alcanzarse los recursos y liderazgo disponibles los seguidores tienden a actuar de la misma manera en que lo hacen sus líderes.

El ambiente en el que se desenvuelve un líder propone 3 factores situacionales que influyen en su eficiencia:

Relaciones entre líder miembro.
Estructura de la tarea.
Y poder de posición.

Las relaciones entre líder y ambiente serán la variable más importante para determinar el poder y la influencia, la influencia del líder depende en parte de la aceptación de los seguidores, si otros están dispuestos a seguirlo por su carisma, pericia o respeto mutuo, poco necesitará el líder para apoyarse en la estructura de la tarea o el poder de la posición.

5. Actitudes cultivadas de los líderes
Un liderazgo exitoso depende de comportamientos, habilidades y acciones apropiadas, y no de características personales. Esto es muy importante ya que los comportamientos pueden aprenderse y cambiarse, mientras que las características personales son relativamente fijas. Los tres diferentes tipos de habilidades que utilizan los líderes son: técnicas, humanas y conceptuales.

La habilidad técnica se refiere al conocimiento y capacidad de una persona en cualquier tipo de proceso o técnica. Algunos ejemplos son las habilidades que aprenden los contadores, ingenieros, fabricantes de herramientas, etc. Esta habilidad es la característica que distingue el desempeño en el trabajo operativo; pero en la medida en que se promueve a los empleados hacia puestos de liderazgo, estas habilidades técnicas se vuelven proporcionalmente menos importantes. Cada vez dependen más de las habilidades técnicas de sus subordinados, y en muchos casos llega un momento en que nunca han practicado algunas de las habilidades que supervisan.

La habilidad humana es la capacidad para trabajar eficazmente con las personas y para obtener resultados del trabajo en equipo. Ningún líder, de cualquier nivel jerárquico, escapa a la necesidad de poseer una importante habilidad humana. Esta es la parte principal del comportamiento para el liderazgo.

La habilidad conceptual es la capacidad para pensar en términos de modelos, marcos de referencia y relaciones amplias, como en los planes estratégicos de largo plazo. Se torna cada vez más importante en los puestos gerenciales superiores. La habilidad conceptual tiene que ver con ideas, mientras que la habilidad humana se centra en las personas y la habilidad técnica se refiere a cosas.

6. Técnicas de liderazgo
Los líderes comúnmente utilizan como técnica el máximo aprovechamiento de las habilidades que posee como inteligencia, confianza en si mimo y fuerza de voluntad, esta técnica se complementa con las características propias del líder que son un fuerte impulso hacia la responsabilidad y hacia la terminación de tareas, el vigor que posee y la perseverancia en la prosecución de metas, aventurándose originalmente a la solución de problemas, debe un impulso para ejercer iniciativa en situaciones sociales, confianza en sí mismo y un sentimiento de identidad personal.

Orientado a personas. Democrático, permisivo, orientado a seguidores, participativo, considerado. Trata de considerarme un colega, cuya experiencia y conocimiento están a tu disposición, no como tu jefe. Estoy segura de que podemos resolver cualquier diferencia que surja.

Orientado a las tareas. Autocrítico, restrictivo, orientado a tareas, socialmente distante, directivo, inclinado a la estructuración por ejemplo: Ajústate al presupuesto en las metas de seis meses, mantente dentro del año. No me digas cuales deben ser las metas. Cúmplelas hacia la mitad y cúmplelas hacia el final del año.

Es más fácil ser un líder, cuando se tiene un control completo, que cuando el control es débil y depende de la voluntad de otros.

7. Liderazgo en las organizaciones mexicanas
La predicción es el aumento en la complejidad (del ambiente, contexto o estructura) de las organizaciones mexicanas requiere un liderazgo más discrecional. El éxito resaltará el desempeño en el trabajo, y el mantenimiento de los recursos humanos, si no hay respuesta o es pobre se dificultará estos resultados.

Debe contemplarse una evolución en el enfoque de contingencia hacia una nueva generación que sirva como guía de los individuos de una organización hacia las acciones del líder.

8. Liderazgo culturalmente apropiado
Una conclusión general que surge de la bibliografía del liderazgo es que los líderes eficaces no usan ningún estilo en forma exclusiva, sino que ajustan su estilo de acuerdo con la situación.

Aunque no se menciona de modo explicito, la cultura nacional es sin duda una variable situacional importante para determinar que estilo de liderazgo será el más eficaz. Por ejemplo, un estudio de los estilos de liderazgo en Asia reveló que los gerentes de ese continente preferían líderes que fueran competentes en la toma de decisiones, eficientes en la comunicación y capaces de brindar apoyo a los empleados.


La cultura nacional de los subordinados puede influir en el estilo de liderazgo, un líder no puede seleccionar simplemente el estilo que más le agrade. El estilo que realmente resulte factible dependerá en gran medida del condicionamiento cultural de los subordinados de cada líder. Por ejemplo, un estilo manipulador, autocrático o de líder es compatible con una alta distancia del poder, y encontramos altos índices de distancia del poder en los países árabes, del lejano oriente y de origen latino. Las clasificaciones de distancia del poder pueden ser también un buen indicador de la disposición de los empleados a aceptar un liderazgo participativo. Es probable que la participación sea más eficaz en culturas con baja distancia del poder, como las de Noruega, Finlandia, Dinamarca y Suecia. Y un estilo orientado a logros que se enfoque en el establecimiento de metas desafiantes y tenga la expectativa de que los empleados trabajen a su más alto nivel de rendimiento, puede ser más eficaz en culturas donde la evasión de la incertidumbre es baja, como las de Canadá, Suecia y los Estados Unidos.

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